Identifica y supera los obstáculos que encuentres en el camino hacia tu libertad. En libertad Osho define tres estadios: El primero es una "libertad de", una libertad que procede de la ruptura de la esclaviud psicológica impuestas por las fuerzas externas como la familia o la religión.
El segundo es la "libertad para", una libertad que deriva de una actitud o circunstancia de signo positivo (un abrazo, la creación de algo, una relación que nos llena o una visión artistica o humanitaria).
El tercero y último es la "libertad simple", la más elevada y primordial. Se trata, en realidad, de la libertad de ser simplemente uno mismo y de responder sinceramente a cada requeriemento de la vida.
Osho nos invita a enfrentarnos a todo aquello que se nos plantea como un reto para, partiendo de cada uno de nosotros, crear un nuevo ser humano que sepa equilibrar la libertad con la responsabilidad y que tenga verdadera independencia de criterio, ya que la libertad verdadera es espiritual: tiene que ver con nuestro interior, puesto que este no puede ser esposado, encarcelado o encadenado.
Libertad significa la capacidad de decir sí cuando es necesario un sí, de decir no cuando es necesario un no, y, a veces, de callarse cuando no es necesario nada: permanecer en silencio no decir nada. Cuando todas estas dimensiones posibles están al alcance hay libertad.
Uno de los más grandes sanyasins griegos fue Diógenes...Él era un hombre absolutamente libre. Solía ir desnudo...Un día se encontró con...unos comerciantes, que quisieron capturarlo para venderlo. Al parecerles empresa harto difícil -pues Diógenes era un hombre sano y muy fuerte, capaz de derrotar, por lo menos, a ocho personas, mientras que los comerciantes de esclavos eran sólo cuatro y eso les hacía desconfiar un poco- se pusieron a reflexionar y luego lo rodearon. Diógenes les dijo:
- No tengáis miedo. Siempre estaré de vuestra parte. ¿Qué sucede? Decídmelo y yo os resolveré el problema...
Ellos le dijeron:
- Este es un problema que no te gustará resolver.
Él les dijo:
- No hay nada que no me guste resolver. Simplemente explicádmelo.
Ellos le contestaron:
- Esto es lo que pensamos: queremos capturarte y hacerte prisionero.
Él les dijo:
- Bien, estoy absolutamente de acuerdo. ¿A qué estáis esperando? ¿A qué esperáis? ¡Empezad! Aquí están mis manos.
Ellos no podían creérselo. Se miraban entre sí. Sospechaban. Aquél hombre que se ofrecía y...
Él les dijo:
- ¡No os preocupéis! Nunca lucho. Fluyo. Ése ha sido siempre mi estilo de vida. Así que ¡tomádme! ¡Hacedme prisionero! Si el Todo quiere que así sea, que así sea.
Ellos sintieron miedo, pero lo intentaron. Y entonces recobraron su confianza. Él no luchaba.
Encadenado, empezó a caminar con ellos. Pero era un hombre tan extraño...¡no puedes hacer esclavo a un hombre así! Aquellas cuatro personas parecían estúpidas a su lado.
Y Diógenes les dijo:
- No tengáis miedo. No necesito llevar estas cadenas, porque siempre fluyo. Iré dondequiera que vayáis. ¡Nunca os dejaré!.
Ellos se sintieron aún más atemorizados. ¿Qué clase de hombre era aquél? ¿Quién era?
Pero empezaron a hacer lo que les decía... Un Maestro es un Maestro incluso en prisión...¡Les parecía tan feliz,tan tremendamente extático! Como si no fuera de este mundo.
Se convirtieron en sus amigos... y no sólo en sus amigos, sino en sus discípulos. Cuando llegaron al mercado, eran ya sus discípulos y él, el Maestro. Le decían:
- Maestro, dinos qué hacer.
Y él les decía:
- No os olvidéis de que habéis venido aquí para venderme. Estáis perdiendo la cabeza.¡No seáis tan olvidadizos! ¡Recordad por qué me habéis cogido!
Ellos le decían:
- Ahora no podemos hacerlo.
Pero él les contestaba:
- No tenéis que preocuparos. Seguid vuestra idea. Yo me ofrezco.
Ellos no podían creerlo. ¿Qué iba a hacer aquel hombre?.
Entonces llegaron al mercado...todo el mercado estaba interesado en aquel esclavo porque nunca antes habían visto un esclavo tan bello.
Apareció el subastador. Y cuando Diógenes se levantó y el subastador empezó a decir:
- Este hombre es muy hermoso, sano y muy, muy fuerte.
Entonces Diógenes dijo:
- ¡Detente! Permíteme subir. ¡No sabes presentar a la gente!
Asustado, el subastador bajó- ¡Aquel hombre parecía muy fuerte y poderoso!
Diógenes subió y -nunca antes había ocurrido en ningún mercado de esclavos- dijo:
- ¡Que se acerquen todos los esclavos! ¡Aquí hay un Maestro que quiere ser vendido!
Así es como uno debe fluir con la gente, con la vida, con los árboles, con los ríos. No luches. Luchar es el único pecado. No te resistas. Si la gente llora, llora tú. Si la gente ríe, ríe tú. Y si eres capaz de hacerlo, de repente sentirás que eres simplemente un "presenciador", no un hacedor.
Y ése es el secreto de todos los secretos.
Un libro que aporta grandes nociones sobre libertad y su verdadera dimensión . Osho nos dice lo importante de ser consciente de cada una de las acciones que realizamos, de los sentimientos que tenemos en cada momento, de cada una de las palabras que decimos. Responsabilidad y autoridad en cada acto. Cuando uno ha eliminado las cadenas que le atan, da rienda suelta a la creatividad.
"Te caerás muchas veces. No pasa nada. Levántate otra vez y aprende a no caerte. Se más consciente. Cometerás errores, pero no vuelvas a cometer el mismo error. Así es como uno se vuelve sabio. Así es como cada uno se convierte en un individuo, orgulloso como un cedro que se eleva hasta las estrellas".
"No seais pigmeos tratad de alcanzad de alcanzar la altitud última a la que sois capaces de llegar".
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