Los inventos no aparecieron solos y aislados, sino que un descubrimiento es consecuencia de algún hallazgo anterior, así pasó con el telégrafo. Se inventó la pila, la electricidad, el ferrocaril, cosas que se fueron concatenando para ir necesitándose entre sí y así dar lugar a nuevos inventos y descubrimientos.
El telégrafo eléctrico fue el primer medio que tuvo rapidez en las comunicaciones, dejando de lado las distancias geográficas para lograr una comunicación instantánea, que fue la base de toda evolución posterior de las telecomunicaciones. Ya se habían experimentado antecedentes del telégrafo rudimentario en el siglo XVII. En el siglo siguiente, varios físicos experimentaron con cables submarinos, y telegrafos de agujas, para lograr una comunicación rápida que reemplazara los sistemas que hasta ese momento se manejaban con palomas mensajeras y personas-correos. Pero estos antecedentes resultaron ser pruebas. Iniciado el siglo XIX, aparece uno de los primeros fotografos estadounidenses y reconocido pintor de cuadros que había retratado al presidente estadounidense James Monroe; este pintor fue Samuel Morse, nacido en Charlestown, Massachuset, el 27 de abril de 1791.
En cierta oportunidad, Morse trabajaba en un retrato al General Lafayette en Washington, y su esposa falleció en Connecticut. La noticia llegó a Morsesiete días después. Ese período de su vida fue el que lo decidió a lograr hacer realidad la comunicación sin barreras de espacio ni de tiempo entre distintos puntos de la tierra.
Comenzó a interesarse en Europa por descubrimientos como el electroimán y las bases científicas del electromagnetismo, por lo que al regresar a los EEUU, se dedicó a desarrollar el telégrafo electrico, ayudado por algunos científicos de su tiempo y cuestionado por otros. Lo cierto es que se hizo realidad.
Fue ayudado por Henry y por Alfred Vail, éste último colaboró en el desarollo del manipulador telegráfico, para realizar el código Morse que se usa hasta la actualidad. En él se emplean dos señales eléctricas: una corta (punto) y otra larga (raya).
Las letras del alfabeto de este código Morse son todas resultantes de una combinación distinta cada una, de esos puntos y rayas. La S se representa por tres puntos La O se representa por tres rayas Así es que el conocido mensaje ..._ _ _ ... era el envío de pedido de socorro (SOS) o: Save Our Souls Y la primera línea telegráfica que unió Baltimore con Nueva York fue inaugurada en 1844.
El éxito rápidamente coronó el invento y se extendió por todo el mundo.
En 1850 se intentaba extender un cable submarino que uniera Inglaterra y Francia. El cable submarino a través del Atlántico fue una tarea mucho más ardua; muchas tentativas infructuosas se sucedieron hasta que se logró unir dos márgenes del Océano en 1866.
LA BRÚJULA
Poco se sabe sobre el origen de la brújula, aunque los chinos afirman que ellos la habían inventado más de 2.500 años antes de Cristo. Y es probable que se haya usado en los países del Asia Oriental hacia el tercer siglo de la era cristiana; hay quienes opinan que un milenio más tarde, Marco Polo la introdujo en Europa.
Los chinos usaban un trocito de caña conteniendo una aguja magnética que se hacía flotar sobre el agua, y así indicaba el norte magnético, pero en ciertas oportunidades no servía, pues necesitaba estar en aguas calmas, por lo que fue perfeccionada por los italianos. El fenómeno del magnetismo se conocía; se sabía desde hacía mucho tiempo que un elemento fino de hierro magnetizado señalaba hacia el norte, hay diversas teorías sobre quién inventó la brújula. Ya en el siglo XII existían brújulas rudimentarias.
En 1269, Pietro Peregrino de Maricourt, alquimista de la zona de Picardía, describió y dibujó en un documento, una brújula con aguja fija (todavía sin la rosa de los vientos). Los árabes se sintieron muy atraídos por este invento; la utilizaron inmediatamente, y la hicieron conocer en todo Oriente.
La brújula (de "buxula", cajita hecha de boj o boxus) es un instrumento magnético que aparece descripto en La Divina Comedia de Dante, de la siguiente manera: "Los navegantes tienen una brújula que en el medio tiene enclavada con un perno, una ruedecilla de papel liviano que gira en torno de dicho perno; dicha ruedecilla tiene muchas puntas y una de ellas tiene pintada una estrella traspasada por una punta de aguja; cuando los navegantes desean ver dónde está la tramontana, marcan dicha punta con el imán."
Otros historiadores señalan que la primera brújula de navegación práctica fue inventada por un armero de Positano (Italia), Flavio Gioja, entre los siglos XIV y XV. Él fue quien la perfeccionó suspendiendo la aguja sobre una púa de forma similar a la que actualmente conserva. Y la encerró en una cajita con tapa de vidrio. Más tarde apareció la "rosa de los vientos", un disco con marcas de divisiones de grados y subdivisiones, que señalaba 32 direcciones celestes, y que fue la brújula marina que se utilizó hasta fines del siglo XIX.
Posteriormente se logró un nuevo avance, cuando el físico inglés Sir William Thomson (Lord Kevin) logró independizar a este instrumento, del movimiento del barco durante tempestades, y anuló los efectos de las construcciones del barco sobre la brújula magnética. Utilizó ocho hilos delgados de acero sujetos en la rosa de los vientos, en lugar de una aguja pesada. Y era llenada con aceite para disminuir las oscilaciones.
En los comienzos del siglo XX aparece la brújula giroscópica o también llamada girocompás. Consiste en un giróscopo, cuyo rotor gira alrededor de un eje horizontal paralelo al eje de rotación de la tierra. Se le han agregado dispositivos que corrigen la desviación, la velocidad y el rumbo; y en los transatlánticos y buques suele estar conectado eléctricamente, a un piloto automático. Este girocompás señala el norte verdadero, mientras que la brújula magnética, justamente, señalaba el norte magnético.
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