Si te gusta el deporte de la bici de montaña y lo practicas regularmente deberás tener en cuenta que tu máquina debe tener un buen mantenimiento para que las piezas sean más duraderas y la bici funcione lo mejor posible. La mecánica en una bicicleta es sencilla y cualquiera puede hacer una pequeña revisión de su máquina teniendo unos conocimientos mínimos y cuatro herramientas básicas. Cuanto mejor sean los componentes de la bici, más agradable será trabajar con ella, aunque también deberemos tener mayor herramienta.
En este caso trataré de explicar como cambiar una caja de pedalier, o lo que es lo mismo, el eje que se encuentra entre pedales y a través del cual transmitimos nuestra fuerza a la cadena y ésta a su vez a la rueda motriz trasera.
Lo primero a tener en cuenta para esta operación, es disponer de la herramienta adecuada, en este caso necesitamos dos extractores, el de las bielas y el del propio eje de pedalier, una llave inglesa, una de allen, un poco de grasa y algo de sellante de roscas.
Dependiendo del tipo de eje, utilizaremos uno u otro extractor que deberemos comprar previamente por un precio de entre 10 y 15 euros. El extractor de bielas suele ser universal aunque podemos encontrar algún caso especial; el precio rondará los 10 euros.
Lo primero es extraer ambas bielas usando por tanto dicho extractor. A veces las bielas aparentan estar soldadas por el paso del tiempo, y suele costar bastante sacarlas, por ello unas buenas llaves serán necesarias, unidas en algunos casos a una palanca para hacer mayor fuerza.
Lo recomendable es extraer previamente el eje, y una vez que lo tengamos fuera comprar uno igual llevándolo a una tienda, aunque si nos fijamos en algunos detalles lo podemos comprar incluso antes de extraerlo:
Lo más importante es la longitud del eje, que se mide en milímetros, pudiendo ser de 113, 115, 118 o incluso 122 mm. Deberá ser la misma longitud, pues si no, una vez montado, comprobaremos que la distancia de los platos al cuadro es mayor o menor y que el desviador de platos no logra recorrer esa distancia, siendo imposible alcanzar alguno de los tres platos. Podemos conocer la longitud antes de extraerlo si medimos con un calibre de un extremo a otro, con las bielas fuera, claro está.
Decisivo será también la forma del eje en sí, si es de cuadradillo o estriado, si las estrías son de las gruesas o de las finas, ello hará que nos valgan las mismas bielas.
Otra cosa a tener en cuenta es la forma de las cazueletas, si es de 8 dientes, de 12 o multidentado, más que nada para que pueda valernos el mismo extrator.
La mayoría de estos ejes son sellados, cualquier eje de una calidad mínima hoy en día será sellado, aunque aún existen algunos que no lo son, y en los cuales podemos cambiar las bolas o las cazueletas, entre ellos están los ejes italianos, su extracción se puede llevar a cabo sin extractor especial.
En este caso dispongo de un eje sellado, hueco y estriado, de 113 mm de longitud y con tuercas que disponen de autoextractor para sacar las bielas, que en este caso son unas FSA de carbono. El eje es un Giga Pipe de la marca Truvativ, cuyo precio ronda los 40 euros.
- Procedimiento:
Primero aflojamos el tornillo que sujeta la biela al eje hasta sacarlo, la biela lleva una rosca en su parte exterior, será ahí donde enroscaremos nuestro extractor y una vez prieto, empezaremos a apretar el embolo del extractor, que llegado el momento hará tope con el eje de pedalier, impulsando la biela hacia el extremo exterior del eje, logrando así liberarla.
Con las bielas fuera, procedemos a sacar el eje empleando para ello su correspondiente extractor. Es importante tener en cuenta que este eje va roscado al revés en el lado de los platos por lo cual para sacarlo deberemos apretar a izquierdas, es decir al revés que cualquier tuerca; en el lado que no lleva los platos se aflojará a izquierdas con normalidad. Quizás necesitemos aquí también la palanca, todo depende del cuidado que se le haya dado previamente y del tiempo que lleve sin abrirse.
Colocamos el extractor en el eje, aflojamos a izquierda o derecha según corresponda y vemos como la cazueleta va saliendo hacia el exterior del eje hasta quedar libre. Yo suelo sacar siempre primero la cazueleta de la biela que no lleva los platos, esta cazueleta sale sola, mientras que al sacar la otra, sacará consigo el propio eje, pues éste va unido siempre a ella sin poder ser separados.
Sacamos el eje y procedemos a limpiar la cavidad del cuadro donde va insertado, limpiamos la rosca y el resto de superficie y nos aseguramos de que el agujerito que lleva esta cavidad en la zona inferior, queda limpio y despejado de suciedad, para conseguir evacuar el poco agua que pueda entrar al interior de la cavidad una vez que se inserte el nuevo eje. Echamos un poco de grasa por el cuadro y lo dejamos en condiciones para recibir el nuevo eje, el cual suele venir ligeramente engrasado, si bien es cierto que a mi me gusta embadurnarlo bien de grasa, ya que la que no necesite la expulsará y siempre quedará protegiéndolo en caso de entrada de agua.
Un poco de sellante para rosca también es conveniente para evitar que se afloje con el tiempo, y además quedará también mejor sellado, un buen apretón y listo.
Una vez engrasado y colocado, procedemos de nuevo a colocar las bielas en su sitio, también es recomendable echar un poco de grasa en las zonas de contacto con el eje, así como un poco de sellante.
No tiene mayor complejidad, realmente es como aflojar cuatro tuercas, engrasar los tornillos y volver a colocarlas en su sitio apretándolas bien. De esta manera hemos aprendido a cambiar un eje de pedalier y unas bielas, hemos adquirido las herramientas necesarias para llevar a cabo dicha reparación por un precio inferior al de la mano de obra de cualquier tienda, y con la ventaja de que a partir de este momento podremos revisar anualmente nuestra caja de pedalier limpiándola y engrasándola para que su vida sea más duradera y su fricción menor, evitando así crujidos indeseados al pedalear.
Cabe decir que los ejes sellados lógicamente no se pueden abrir como tal, así que sólo podremos engrasar la zona exterior del eje y uno de los dos rodamientos que lleva, y que corresponde a la cazueleta que no va unida al mismo; pero aún así merece la pena extraerlo del cuadro y limpiarlo, así como la cavidad donde va insertado. Cuando un eje sellado comienza a crujir o coge holgura, debe ser sustituido por uno nuevo. El precio general de los ejes más comerciales suele rondar los 20 o 25 euros.
En este caso trataré de explicar como cambiar una caja de pedalier, o lo que es lo mismo, el eje que se encuentra entre pedales y a través del cual transmitimos nuestra fuerza a la cadena y ésta a su vez a la rueda motriz trasera.
Lo primero a tener en cuenta para esta operación, es disponer de la herramienta adecuada, en este caso necesitamos dos extractores, el de las bielas y el del propio eje de pedalier, una llave inglesa, una de allen, un poco de grasa y algo de sellante de roscas.
Dependiendo del tipo de eje, utilizaremos uno u otro extractor que deberemos comprar previamente por un precio de entre 10 y 15 euros. El extractor de bielas suele ser universal aunque podemos encontrar algún caso especial; el precio rondará los 10 euros.
Lo primero es extraer ambas bielas usando por tanto dicho extractor. A veces las bielas aparentan estar soldadas por el paso del tiempo, y suele costar bastante sacarlas, por ello unas buenas llaves serán necesarias, unidas en algunos casos a una palanca para hacer mayor fuerza.
Lo recomendable es extraer previamente el eje, y una vez que lo tengamos fuera comprar uno igual llevándolo a una tienda, aunque si nos fijamos en algunos detalles lo podemos comprar incluso antes de extraerlo:
Lo más importante es la longitud del eje, que se mide en milímetros, pudiendo ser de 113, 115, 118 o incluso 122 mm. Deberá ser la misma longitud, pues si no, una vez montado, comprobaremos que la distancia de los platos al cuadro es mayor o menor y que el desviador de platos no logra recorrer esa distancia, siendo imposible alcanzar alguno de los tres platos. Podemos conocer la longitud antes de extraerlo si medimos con un calibre de un extremo a otro, con las bielas fuera, claro está.
Decisivo será también la forma del eje en sí, si es de cuadradillo o estriado, si las estrías son de las gruesas o de las finas, ello hará que nos valgan las mismas bielas.
Otra cosa a tener en cuenta es la forma de las cazueletas, si es de 8 dientes, de 12 o multidentado, más que nada para que pueda valernos el mismo extrator.
La mayoría de estos ejes son sellados, cualquier eje de una calidad mínima hoy en día será sellado, aunque aún existen algunos que no lo son, y en los cuales podemos cambiar las bolas o las cazueletas, entre ellos están los ejes italianos, su extracción se puede llevar a cabo sin extractor especial.
En este caso dispongo de un eje sellado, hueco y estriado, de 113 mm de longitud y con tuercas que disponen de autoextractor para sacar las bielas, que en este caso son unas FSA de carbono. El eje es un Giga Pipe de la marca Truvativ, cuyo precio ronda los 40 euros.
- Procedimiento:
Primero aflojamos el tornillo que sujeta la biela al eje hasta sacarlo, la biela lleva una rosca en su parte exterior, será ahí donde enroscaremos nuestro extractor y una vez prieto, empezaremos a apretar el embolo del extractor, que llegado el momento hará tope con el eje de pedalier, impulsando la biela hacia el extremo exterior del eje, logrando así liberarla.
Con las bielas fuera, procedemos a sacar el eje empleando para ello su correspondiente extractor. Es importante tener en cuenta que este eje va roscado al revés en el lado de los platos por lo cual para sacarlo deberemos apretar a izquierdas, es decir al revés que cualquier tuerca; en el lado que no lleva los platos se aflojará a izquierdas con normalidad. Quizás necesitemos aquí también la palanca, todo depende del cuidado que se le haya dado previamente y del tiempo que lleve sin abrirse.
Colocamos el extractor en el eje, aflojamos a izquierda o derecha según corresponda y vemos como la cazueleta va saliendo hacia el exterior del eje hasta quedar libre. Yo suelo sacar siempre primero la cazueleta de la biela que no lleva los platos, esta cazueleta sale sola, mientras que al sacar la otra, sacará consigo el propio eje, pues éste va unido siempre a ella sin poder ser separados.
Sacamos el eje y procedemos a limpiar la cavidad del cuadro donde va insertado, limpiamos la rosca y el resto de superficie y nos aseguramos de que el agujerito que lleva esta cavidad en la zona inferior, queda limpio y despejado de suciedad, para conseguir evacuar el poco agua que pueda entrar al interior de la cavidad una vez que se inserte el nuevo eje. Echamos un poco de grasa por el cuadro y lo dejamos en condiciones para recibir el nuevo eje, el cual suele venir ligeramente engrasado, si bien es cierto que a mi me gusta embadurnarlo bien de grasa, ya que la que no necesite la expulsará y siempre quedará protegiéndolo en caso de entrada de agua.
Un poco de sellante para rosca también es conveniente para evitar que se afloje con el tiempo, y además quedará también mejor sellado, un buen apretón y listo.
Una vez engrasado y colocado, procedemos de nuevo a colocar las bielas en su sitio, también es recomendable echar un poco de grasa en las zonas de contacto con el eje, así como un poco de sellante.
No tiene mayor complejidad, realmente es como aflojar cuatro tuercas, engrasar los tornillos y volver a colocarlas en su sitio apretándolas bien. De esta manera hemos aprendido a cambiar un eje de pedalier y unas bielas, hemos adquirido las herramientas necesarias para llevar a cabo dicha reparación por un precio inferior al de la mano de obra de cualquier tienda, y con la ventaja de que a partir de este momento podremos revisar anualmente nuestra caja de pedalier limpiándola y engrasándola para que su vida sea más duradera y su fricción menor, evitando así crujidos indeseados al pedalear.
Cabe decir que los ejes sellados lógicamente no se pueden abrir como tal, así que sólo podremos engrasar la zona exterior del eje y uno de los dos rodamientos que lleva, y que corresponde a la cazueleta que no va unida al mismo; pero aún así merece la pena extraerlo del cuadro y limpiarlo, así como la cavidad donde va insertado. Cuando un eje sellado comienza a crujir o coge holgura, debe ser sustituido por uno nuevo. El precio general de los ejes más comerciales suele rondar los 20 o 25 euros. 
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